Este trastorno tiene diversas causas. Estudios han encontrado algunos puntos de comparación con otros trastornos. Como el trastorno dismórfico corporal, el juego patológico y las compulsiones sexuales, siendo esta la categoría de “Trastornos del espectro obsesivo-compulsivo”.
Estos puntos en común nos dan pistas acerca del origen, el cual afecta a un porcentaje considerablemente elevado de la población, que presentan una edad temprana de inicio, el curso es crónico y responden adecuadamente al tratamiento con inhibidores de la recaptación de serotonina.
También se encontraron factores implicados en el desarrollo de la adicción al sexo, como es el caso del fracaso social, la existencia de una familia de origen problemático, desestructurada o con abusos infantiles/traumas.
Por último, hay personas que en su personalidad tienen rasgos proclives a la búsqueda de sensaciones, lo que podría generar una facilidad a el desarrollo de adicciones.
Los síntomas y diagnostico
Si bien no hay una designación en los manuales de salud mental, según la CIE-10, la adicción al sexo forma parte de un grupo de trastornos incluido en la categoría diagnóstica de ‘Impulso sexual excesivo’. Por otra parte hay entidades que no lo considera con entidad diagnostica por si mismo.
Como también se obtendrá una denominación clínica de trastorno de la hipersexualidad, de esta forma los síntomas generales de la adicción al sexo que permiten su diagnostico son:
- Falta de control sobre la conducta sexual inapropiada.
- Comportamiento sexual persistente con características autodestructivas.
- Incapacidad de evitar o reprimir dicha conducta.
- Cambios severos de humor relacionados con la actividad sexual (por ejemplo depresión o euforia).
- Aumento gradual del número de relaciones sexuales.
- Inversión de una cantidad de tiempo excesiva para buscar relaciones sexuales.
- Interferencia negativa de esta conducta sexual en las actividades sociales ocupacionales o de ocio, o consecuencias de tipo médico o legal.
Existe una elevada asociación entre la adicción al sexo y las parafilias, así como la adicción a la pornografía, o con otros padecimientos tales como otros trastornos del control de los impulsos, el trastorno obsesivo-compulsivo, la depresión y trastornos de personalidad.