Las mujeres ya no temen pagar por servicios sexuales. Pero no solo se enfocan en contratar gigolós como amantes, también buscan otro tipo de prestaciones.
Por pudor o temor, algunas prefieren cosas más simples, ahí ha tomado fuerza la opción de contratar servicios de masajes sensuales o sexuales.
Ahí es donde algunos sacan provecho proporcionando un servicio de masajes eróticos. Si bien este termino presta a confusiones, como nos cuenta un trabajador de dicha disciplina.
“Aunque el principal servicio que ofrezco es el masaje tántrico, como ese suele ser un eufemismo para otro tipo de servicios, preferí llamarlo sensual”.
“El masaje tiene que ser tan real como sea posible. Tiene que replicar un proceso de excitación natural. Pero con límites profesionales”
Los masajes sexuales de acuerdo a las solicitudes de las clientas pueden ser dados de a dos o cuatro manos.
Sobre las razones para contratar los servicios de masajes sexuales, las razones son similares a las que dan las mujeres que recurren a la prostitución masculina: insatisfacción sexual y la opción de recurrir a un “experto”.
“La razón por la que yo opté por estos servicios fue para conocer mejor cómo funciona mi cuerpo y para aprender más sobre el disfrute del sexo”, nos cuenta una mujer que recurre a este tipo de servicios
La mayoría de las experiencias de masajes sexuales termina con las mujeres teniendo un orgasmo, sin llegar a un mayor grado de intimidad. Pero también este tipo de situaciones se puede dar, sabiendo que algunas clientas van en búsqueda de este tipo de resultado.